Un primero de julio de 1921, se suministró por primera vez por vía oral, la vacuna BCG contra la tuberculosis a un niño cuya madre había fallecido por esa enfermedad. El pequeño sobrevivió.
La BCG sigue siendo la única forma de prevenir esta enfermedad. Actualmente se aplica en el brazo derecho del recién nacido antes de salir de la maternidad.
La primer foto corresponde al descubridor del bacilo causante de la tuberculosis y las dos restante a los científicos que desarrollaron la vacuna contra esta enfermedad.
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