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lunes, 9 de enero de 2012

SISTEMA DE ALERTAS SOBRE OLAS DE CALOR Y SALUD

Los estudios realizados demuestran que hay una relación entre las temperaturas y la mortalidad diaria en forma de “U”, es decir, la población es susceptible a temperaturas muy bajas en la época invernal y a temperaturas altas en verano.
El objetivo máximo a alcanzar con la implementación de éste Sistema de Olas de Calor es poder anticipar a la población, situaciones meteorológicas extremas y sus posibles efectos en la mortalidad, para que la misma aumente los recaudos frente a las olas de calor.


NIVELES DEL SISTEMA DE ALERTA

VERDE

Mínimo estado de vigilancia durante el verano.
Sin peligro sobre la salud de la población

AMARILLO

Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas. Se requiere la toma de medidas preventivas.

NARANJA

Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas. Es necesario cumplir las normas dadas por el Ministerio de Salud de la Nación frente a la ola de calor.

ROJO

Casos excepcionales de olas de calor.
Pueden afectar a todas las personas saludables, y no sólo a los grupos de riesgo.

En el día de la fecha nos encontramos en el Sistema de Alerta AMARILLO.
Siga los consejos del Ministerio de Salud de Nación ante la Ola de Calor.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Deseos para el próximo año

Encontrá mis deseos para vos en esta sopa de letras.

¡Feliz 2012!
                                                                                                        Mónica


domingo, 25 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD!!

Que esta Navidad convierta...
...cada deseo en flor.
...cada dolor en estrella.
...cada lágrima en sonrisa.
...cada corazón en dulce morada...
...para recibir a Jesús nuestro Salvador.

lunes, 14 de noviembre de 2011

14 de Noviembre: Día Mundial de la Diabetes.


"PUEDO DECIR QUE SOY DUEÑA DE MI ENFERMEDAD"

Me llamo Carolina, tengo 20 años y tengo diabetes desde los 9.
Los primeros síntomas que tuve de la enfermedad fueron baja de peso, fatiga, comencé a tomar mucha agua y a orinar mucho, incluso me levantaba dos o tres veces en la madrugada para beber y orinar.
Al principio es difícil entender la enfermedad y sobre todo aceptar que te va a acompañar de por vida porque es una enfermedad crónica. Uno se pregunta infinidad de cosas ¿Cómo es el tratamiento, que pasa si no te cuidas, puedo tener una vida normal, nunca más voy a poder comer cosas con azúcar, me tengo que inyectar insulina siempre, voy a vivir menos que los demás, mis hijos van a ser diabéticos? Y así como todo asunto nuevo y desconocido el diabético tiene que aprender, para que todas esas preguntas queden totalmente resueltas.
Cuando me declararon diabetes, yo estaba en cuarto grado. Una edad complicada para entender que había muchas cosas en las que tenía que prestar más atención que los demás chicos de mi edad. El primer desafío fueron los cumpleaños: aprendí a pedir gaseosas sin azúcar y saber que cuando no había tenía que tomar agua, lo mismo con la torta, mejor no comer. En el colegio, saber decir no a las galletitas dulces, a los caramelos, chupetines y alfajores. Y así cada situación de la vida cotidiana fue adaptada a la enfermedad. Es fundamental que toda la familia y la gente que te rodea aprendan también de la diabetes para poder acompañarte y cuidarte lo mejor posible. Con el tiempo uno sabe qué comer y qué no, cuanta insulina se tiene que dar, cómo cuidarse, etc. y todas esas preguntas que un principio te ahogaban ya no molestan porque tuvieron una respuesta y una solución.
Hoy, 11 años después de que me declararan diabetes insulinodependiente puedo decir que soy dueña de mi enfermedad,  junto con médicos, familiares y amigos logramos que esto no sea un problema sino una forma de cuidarse y evitar complicaciones a largo plazo. Hoy en día puedo comer de todo, sí de todo, incluso todas esas cosas ricas que en un principio parecían prohibidas, me inyecto cada vez que es necesario, hago mis controles de glucemia, voy al médico cada 3 meses, me mantengo informada sobre todos los avances y noticias de la enfermedad, estudio medicina, salgo con mis amigos, voy al cine, al teatro, viajo, me voy de vacaciones, terminé el secundario, trabajé, soy catequista en una parroquia y no puedo dejar de hacer cosas, en conclusión tengo una vida completamente normal. 
Como me decía una diabetóloga del Hospital de niños Pedro Elizalde: “El diabético no está enfermo, se enferma si no se cuida”.


Muchas gracias Carolina por tu aporte a este blog.